El Inmanifiesto del Ser
LA GRAN COLOMBIA
EDISON LUCIO TORRES
El gobierno no es un trofeo político, es una puerta abierta a la transformación del alma colectiva de un país.
Hoy, Colombia duele como el mundo: alienación, guerras, inseguridad, pobreza, polarización y caos institucional. El mundo político ha fracasado en la solución de ese dolor universal. Siempre receta lo mismo, como las instituciones de salud recetan ibuprofeno para toda patología. Pero el país y el mundo que soñamos no están en manos de los políticos dominantes que crean la realidad actual. Porque la historia de la humanidad es dominada por el Ego, por tanto, por el Tener.
Esa es la razón por la cual debes destruir los paradigmas que te dominan. Esos viejos esquemas mentales que te esclavizan al pasado y a guiones diseñados por los dueños del mundo. Y así, nos esclavizamos a la posesión del pasado o al deseo de posesión del futuro. Esta es la misma razón por la cual somos pobres de espíritu y quedamos sometidos al imperio del temor o del deseo, que nos lleva a un estado de infelicidad, dolor y autodestrucción. Ahora es la oportunidad de crear nuestra propia realidad: manifestar lo inmanifestado del Ser para que controle tu verdadero Yo.
Superar esa pobreza espiritual —que es la madre de todas las pobrezas— empieza por uno mismo. Es una decisión que se toma en la consciencia del momento presente. Aquí y ahora. Una elección consciente, no ideológica. ¡Liberadora! No se trata de seguir colores partidistas, sino de encender la luz interior como una estrella orientadora del pueblo. Porque Colombia —en estos 200 años de vida republicana— también ha sido gobernada por camaleones que mudan de discurso, pero no de propósito. Tienen tantos filtros como TikTok o Instagram. Los necesitan para manipular y engañar mediante el miedo y el deseo. Ellos quieren que tú seas parte de la manada y nunca te salgas de su redil.
¿Esperas algo diferente a los resultados actuales si, al momento de votar, lo haces por conveniencia particular? El votante actúa sintonizado con su candidato de izquierda o de derecha. Esto quiere decir que tú eres el principal responsable del estado de cosas por las que ahora te lamentas. Si el votante cambia, cambia el gobernante.
Empero, para producir lo bello, hay que apartarse de esta realidad dolorosa y patológica. Porque lo bello de Colombia está dentro. Está en el Ser para hacer y servir. Solo que aún no lo sabes conscientemente. De hecho, el país no necesita más promesas ni promeseros. Anhelamos hechos transformadores y gobernantes libres de la dictadura del Ego, que trasciendan el deseo de Tener por el Ser. Ser libre es cuando nos conocemos a sí mismo.
Por ende, La Gran Colombia se forja desde adentro, desde el Yo Soy. Quien comprende esto sabe que el verdadero voto no ocurre en las urnas: ocurre en la conciencia.
De Magangué a La Iluminación
Las Tres Revoluciones
Para saber si soy capaz de guiar esta transformación, miremos mi revolución personal, ya como padre, periodista o empresario. Nací con una estrella en la frente y una misión en el alma. Desde Magangué, mi historia empezó como un acto de conciliación. Mi nombre es una mezcla de ciencia y santidad: Edison, por la luz eléctrica que iluminó al mundo; Lucio, por la luz espiritual universal que emana de Santa Lucía.
Vine al mundo en medio del deseo profundo de mi madre por ver nacer un macho. Ella parió cuatro hembras seguidas. Yo fui esa respuesta, cargado de fuego interior. Mi tía Meño dijo: «El niño de la voz de oro».
Primera Revolución
Vocación de servicio en medio de la rebeldía. Viví mi infancia feliz con el dorso descubierto y los pies descalzos. A los 14 años, entendí que el mundo necesitaba restauración. Me lancé al activismo desde una conciencia aún en formación, convencido de que la izquierda era el camino. En la tribuna del Liceo, descubrí mi voz y el poder de la palabra. Fundamos un periódico escolar que la gente devoraba. La comunicación se convirtió en mi espada.
Desde entonces, el periodismo es mi herramienta para tocar el corazón de los olvidados. Ahora, desde la verdad del Ser.
Segunda Revolución
Decepción política y reencuentro con el alma. En 1999, mi vida se quebró. Me sentí derrotado. En Barranquilla habíamos trabajado sin descanso por un proyecto político de izquierda que prometía justicia con la elección como alcalde del padre Bernardo Hoyos Montoya. Pero «La Reconstrucción de Barranquilla» terminó cediendo al cemento y a la desconexión espiritual, por tanto, a la corrupción. La ciudad se llenó de obras, pero quedó vacía por dentro.
Cuando los paramilitares se tomaron a Barranquilla, vi caer amigos. Sobreviví al intento de ser silenciado. El asesinato de mi hermano de vida, Guzmán Quintero Torres, fue el detonante. Fue entonces cuando escribí el libro ¿Adiós a la guerra? como testamento de mi vida o una despedida de esa falsa conciencia revolucionaria. Entendí que, sin transformar la mente y el corazón, ningún cambio estructural puede sostenerse. El país no solo necesita puentes físicos, sino puentes espirituales.
Tercera Revolución
En 2009, junto al maestro Carlos Gaviria Díaz y Gustavo Petro, participé en la primera consulta popular presidencial de la izquierda. Petro ganó y fue el candidato del Polo en 2010. No era mi momento. La iluminación interior me llegó desde Cartagena, una de las tres ciudades más desiguales del país, después de Bogotá y Quibdó. Luego de vivir desplazado por la violencia en Bogotá durante dos años, en 2015 me regresé al Caribe Norcontinental. Podía seguir viviendo con la marquilla de «víctima del conflicto armado», pero decidí ser libre. En La Heroica renací. Descubrí el poder del Aquí y el Ahora. Mi estado eutímico —esa paz interior validada tanto por la ciencia como por la experiencia— me dio claridad: no necesitamos líderes con promesas, sino seres con propósito. Y aquí estoy para continuar esta tarea transformadora contigo.
La Campaña Admirable por La Gran Colombia
No te pido que votes por mí. Te invito a votar por ti. Por tu Ser. Porque si tú despiertas, el país despierta.
Así iniciamos este emprendimiento político, social y espiritual para alcanzar Los cinco diamantes que nos permitirá construir las bases de La Gran Colombia (dale clic aquí): Libertad, Prosperidad, Paz, Salud y Educación. Son joyas que no se encuentran en discursos políticos, sino en cada alma dispuesta a transformar su Ego en el Ser.
Un día como hoy (6 de agosto) marcó el inicio de la Independencia absoluta del imperio español con la declaración de Mompox en 1810. Su lema: «Ser libre o morir». Ahora es el punto de partida de la transformación más profunda que Colombia haya visto en estos 215 años. Desde Mompox —como Bolívar y demás patriotas en su ruta libertadora— iniciaremos una Nueva Campaña Admirable con el lema: «Ser libre para vivir».
Pero esta vez, no liberará territorios... liberará conciencias. No usaremos armas de fuego sino el fuego del Ser que está dentro ti. Porque La Gran Colombia no es una nostalgia histórica, es el próximo paso que daremos el 31 de mayo con 12 millones de colombianos y colombianas. Un futuro que ya vive dentro de nosotros, aunque no lo sepamos.
Esta ruta no es trazada por caudillos ni partidos políticos. Está liderada por mujeres y hombres despiertos, por jóvenes que ya no quieren ser parte de la masa anónima instrumentalizada por el Ego político. Caminaremos juntos por las cinco regiones del país, encendiendo el fuego de la conciencia con cada encuentro, cada palabra, cada abrazo. No buscamos votos. Buscamos almas dispuestas a encender su propio fuego.
Desde las regiones, construiremos un sistema humano para los humanos: sin odio, sin polarización, sin miedo. El Caribe —ese territorio violentado y marginado por siglos de colonialismo y bogocentrismo— será el epicentro del nuevo pensamiento. Desde allí, el Ser levantará la voz contra un modelo de cemento sin alma. Como lo advirtió Fals Borda, como lo gritó Fanon, como lo imaginaron los pueblos invisibilizados: llegó el momento de descolonizar la política, el conocimiento y la acción.
Esta Nueva Campaña Admirable propone romper el algoritmo emocional del sistema que produce miedo y deseo: ira, desgano, manipulación. Tú eres protagonista de esta misión. Solo dale clic aquí para que te enroles de inmediato.
Ese algoritmo emocional lo sustituiremos por tres códigos vitales: Conocimiento, Verdad y Vida. Es nuestra tarea enseñar esta nueva codificación del saber a cada persona que lo quiera. Porque:
Sembrando trigo, cosecharás una vez. Plantando un árbol, cosecharás diez veces. Instruyendo al pueblo, cosecharás cien veces.
— Atribuido a Krishnamurti
Así activamos Los cinco diamantes del Ser para todos los colombianos, no como promesa electoral, sino como compromiso existencial de ti mismo:
- Libertad Económica Real que rompa el monopolio de las riquezas.
- Paz Democrática para convivir en la diferencia.
- Prosperidad Colectiva Incluyente.
- Salud del Ser que sane el alma.
- Educación del Ser que despierte la inteligencia espiritual y emocional.
No necesitas movilizarte físicamente, necesitas movilizar tu conciencia desde el lugar donde estés y como estés. Si llegaste hasta aquí, el salto de fe ya comenzó. Este no es un llamado a las urnas. Es una invitación al alma. Este Inmanifiesto del Ser es ayudarte a despertar la conciencia y liberar la mente de la dictadura del Ego para que renazcas antes de perecer.
Por tanto, no es una marcha de banderas heredadas del siglo XIX y del Bogocentrismo que nos dividen y nos matan, sino de movilización interior. Una ruta libertaria que no se mide en kilómetros sino en actos de servicio, decisiones valientes y la convicción de que el enemigo no es el otro... está dentro de ti.